Todos los jugadores tenían una suerte parecida…
Cuando Nolan Gray entró en una partida de altas apuestas en Venecia, enfrentado a un adversario implacable, supo que iba a necesitar algo más que suerte. No podía empezar a perder en aquel momento… ¡Sobre todo, porque la virginidad de la deslumbrante Gianna Minotti estaba en juego!
El destino le sonrió, y Nolan ganó la partida. Sin embargo, marcharse...