Nuestro tiempo acelerado, obsesionado en "hacer cosas útiles", mina la disposición femenina a la acogida y a la ternura, y su apertura a la vida. Hay una escisión entre su dimensión erótica y su dimensión materna, entre el amor a sí misma y el amor al otro. Si el exceso del componente erótico-narcisista conlleva egoísmo y aridez afectiva, el desequilibrio hacia el componente materno origi...