De cómo un encuentro aciago forjó una amistad duradera y originó una leyenda.
Quiso la fatalidad que Fafhrd, un corpulento bárbaro norteño, y el habilidoso Ratonero Gris (que aún no era el Ratonero, sino un mero Ratón) coincidieran en las calles de la decadente y seductora Lankhmar. Sellaron su amistad en las tabernas, y la búsqueda de nuevos horizontes los hermanó en peripecias sin cuento. Se top...