Cuando el famoso empresario Nash Vallender heredó una casa medio en ruinas, decidió que era hora de sentar la cabeza. Tenía una casa, dinero... todo lo que necesitaba era la mujer adecuada. Y, sin duda, la más adecuada era Phoenix Langrish, una preciosa morena de piernas interminables. La única mujer de la que Nash había estado a punto de enamorarse.
Pero Phoenix no estaba dispuesta a olvidar que ...